En Asia, es muy común ver adultos viviendo con sus padres. Hay muchas
razones detrás de este fenómeno. Pero para entender bien el por qué, primero
hay que comprender 1. la definición de "familia" para los
Taiwaneses. 2.el concepto de 孝(Xiào)
La cultura Taiwanesa pone mucho énfasis en el concepto "familia".
En la sociedad Taiwanesa, la familia sigue siendo una unidad muy importante,
hasta que las nuevas generaciones se casan y crean su propio núcleo familiar.
La identidad de la famalia supera la individualidad. Un ejemplo interesante
para demostrar este punto: cuando mis padres nos presentan a sus amigos,
siempre nombra mi hermana como "La hija mayor", y a mí "la
pequeña" No nos presentan con nuestras nombres sino con el orden de
nacimiento.
En Taiwán, la cultura familiar es inseparable al moral Xiào(孝). Xiào
es la motivación de las acciones que los hijos hacen para expresar cariño y
obediencia a sus padres, con el fin de que estos sean felices. Y no has
oído mal, la obediencia juega un gran rol en la relación asiática de
padre/madre-hijo. En una familia tradicional taiwanesa, los padres tienen
una autoridad que anula la individualidad de sus hijos. Muchas decisiones
importantes de sus vidas (estudios, trabajos, parejas...) las tomaron para darle
gusto a sus padres. Sin embargo, los hijos sufren las consecuencias. Ya ves, la obediencia es un elemento
importante en este tipo de parentesco tradicional.
Si se juntan los dos puntos mencionados anteriormente arriba, no es muy difícil
llegar a la conclusión que para los adultos taiwaneses vivir con los padres es
lógico. Los Taiwaneses están unido por un vínculo familiar, y tradicionalmente
no son motivados para buscar otro sitio para vivir solos. Cuando
los hijos buscan su independencia, muchas veces los padres les piden que se
queden. Entonces, para ser un buen hijo, para no ir en contra de la voluntad de
sus padres, se quedan en casa.
Sin
embargo, para los hijos que quieren libertad, es una pesadilla. Pero de
hecho, un gran porcentaje de los Taiwaneses se quedan en casa por voluntad
porpia.
<Continuará>